El renacer tecnológico de la fotografía analógica
Instagram ha hecho despertar el interés por la fotografía analógica en los jóvenes
22 de octubre de 2020 | Josué MARTÍNEZ ALVARENGA
Javier Utrera es el dueño y fundador de Clandestine Film Lab, un laboratorio dedicado al revelado, escaneado y edición de fotos situado en la localidad gipuzkoana de Lasarte. “Hay gente que quizás por no tener medios lo intentan hacer con los filtros de Instagram y asemejarlo como pueden", cuenta Javier, y bromea "luego también hay mucha moda y postureo que a nosotros nos viene bien”.
Algo que se tenía por perdido parece estar resurgiendo, y en Euskadi ya son varios los laboratorios emergentes que se dedican al revelado de carretes, entre ellos Clandestine Film Lab, Garau Lab (del que ya hablamos en este artículo) y Film Toki en Bilbao.
Además de las tiendas de revelado profesionales, hay un gran movimiento amateur. "Tengo unos cuantos amigos que revelan en casa, para ellos mismos", explica Javier, señalando que es una afición más común de lo que se puede llegar a pensar. A priori, parece muy complicado, pero Javier, al ver los fallos que se podían cometer en las "típicas tiendas de barrio”, comenzó a revelar él mismo en su casa y vio que era una actividad con la que podía llegar a sentirse "cómodo trabajando" y ofreciendo su "servicio a los demás".
La fotografía analógica es una afición más común de lo que se puede llegar a pensar
La fotografía analógica es una afición más común de lo que se puede llegar a pensar
Cuando comenzó a revelar a otra gente, cuenta que no se lo tomó “muy en serio”: empezó con unos amigos y le fue interesando cada vez más, hasta el punto de abrir un local con su pareja en Lasarte, en un principio para proyectos personales. Con el tiempo, fue invirtiendo en mejor equipo de revelado como en un escáner y un ordenador para trabajar de forma fluida. “Hace 3 meses me tomé en serio el crear un proyecto, que es el laboratorio de revelado”, compartió Javier.