
¿Cómo se revelan los carretes?
Liam McDonnell, alumno de la UPV/EHU, enumera los pasos para conseguir revelar un carrete en blanco y negro
08 de octubre de 2020 | Josué MARTÍNEZ, Josemari UNANUE
En este artículo, vamos a resolver uno de los mayores misterios para los aficionados primerizos a la fotografía analógica: ¿Cómo se revela un carrete? No os asustéis. Con unas pocas pautas y estando atentos, lo podemos hacer nosotros mismos. Es un proceso que apenas nos llevará 30 minutos. Hemos hablado con Liam McDonnell (@liamodd). Liam tiene un canal de YouTube en el que habla de fotografía analógica, y es uno de los responsables de Garau Lab, laboratorio de revelado de la UPV/EHU de Leioa. Él nos explicará el proceso de revelado de carretes. “Revelamos en blanco y negro, que es lo más simple”, nos adelanta.
El primer paso es cargar las bobinas en un tanque de revelado, en la oscuridad, hasta que quede cerrado por completo. Todo lo demás puede hacerse a la luz del día. El siguiente paso requiere algo más de cuidado. Hay que preparar un baño de agua, el cual tiene que estar a 20º, para que los químicos necesarios, el revelador y el fijador, estén a esos mismos grados aproximadamente. Tras comprobar que los botes tienen la temperatura adecuada, echamos el revelador dentro del tanque hasta llenarlo, y lo agitamos suavemente durante un minuto. Entonces, dejamos reposar el tanque durante 5 minutos, agitándolo suavemente tres o cuatro veces cada minuto.
Este proceso apenas lleva 30 minutos
Este proceso apenas lleva 30 minutos
Una vez pasado este tiempo, podemos volver a echar el revelador dentro del bote, para poder reutilizarlo en futuras ocasiones. Después de haber limpiado el tanque, simplemente echando agua, estamos listos para echar el fijador, con el que seguiremos el mismo proceso que con el revelador. Una vez acabada la parte de fijación, sacamos los carretes con mucho cuidado, sin tocar la parte de la emulsión y los colgamos. Es aconsejable incluso colgar una pinza al final del rollo, para que este mantenga cierta rigidez. Tras unas horas de secado, ya tienes revelado tu carrete en blanco y negro. “En color”, termina Liam, “hay que controlar más la temperatura. El proceso es un poco más complicado, pero más rápido”.
